A comienzos de los años setenta del siglo XX se descubrió la existencia en el cerebro de receptores para sustancias opiáceas, especialmente en estructuras del sistema límbico. Este decubrimietno llamó mucho la atención de los investigadores, que no llegaban a comprender por qué el cerebro poseía receptores para estas sustancias hasta que se vio que el propio cerebro las producía. Se las llamó <<endorfinas>> pues eran sustancias parecidas a la morfina, pero producidas endógenamente por el propio cerebro. Su función es fundamentalmente analgésica, osea que en determnadas circunstancias el dolor no tiene un valor adaptativo para el organismo, el cerebro produce estas sustancias uq lo mitigan al reaccionar con los receptores situados en el sistema límbico, y pueden producir también euforia y estados placenteros alterados de consciencia.
Hoy se conoce que la acupuntura es analgésica precisamente debido a su capacidad de provocar secrección de endorfinas en el cerebro; lo mismo ocurre con la euforia analgésica producida tras realizar esfuerzos físicos considerables, como sucede en personas que corren largas distancias. Se suele decir que, a diferencia de los analgésicos exógenos, las endorfinas no producen adicción por ser rápidamente degradadas por el organismo, pereo esto es dudoso, ya que conozco a corredores habituales que no pueden dejar de correr sin sentirse mal, como ocurre con los drogadictos.
Pues bien, parece ser que las técnicas activas responsables de estados alterados de conciencia y que son capaces de provocar el estado de éxtasis van acompañadas por una superproducción de endorfinas, lo que explica el componente placentero de felicidad y bienestar que suele acompañar a estos estados.
Se ha llegado a pensar incluso (Raymond Price) que el organismo a veces crea <<situaciones amenazantes>> artificialmente, como pesadillas, delirios o psicosis para provocar en el organismo la creación de endorfinas.
La conexión divina. La experiencia mística y la neurobiología. Francisco I. Rubia
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