viernes, 5 de noviembre de 2021

Poesia: Alas

 

   De noche, mi estrella, cuando en tu cama duermo, veo a mi alma y sé que estoy en el cielo.

   Cierro los ojos y dejo que mis manos admiren la belleza de cada palmo de tu cuerpo

   Mis labios peregrinos no se cansan, con cada beso renuevan la fe en lo que buscando andan.

   Al estar junto a ti desaparezco, me esfumo, me convierto en perfume de tu anhelo.

   Como explicarte que al respirar entro en ti como aire fresco. Y antes de que te des cuenta ya he vuelto.

   Regreso, sólo para inhalar el aire que fui, el que expulsas y entra en mi. El aire en el que yo me estoy convirtiendo.

   Te toco, te huelo, te siento tan adentro que tu aliento es mi aliento y en tu respiración yo navego.

   Un invierno que no va ser invierno, te juego lo que quieras a que mi calor lo derretirá, al ser tú mi fuego.

   En mi enciendes la llama interior capaz de fundir el corazón de este bribón y ponerlo junto al tuyo en bandeja de oro.

   Y ofrecérselo a Dios como herrero, la libertad conseguiremos y nuetros corazones, en alas convertiremos.

   Juntos ascenderemos, y a una nueva montaña, de la mano iremos.

   No llores por perder corazón, pues ya no somos dos. Y por fin, en lo alto del monte, cuando no podamos subir más,  cuando todo el mundo nos diga que sólo podemos bajar.

   Tu y yo mi amor, con lo que nos queremos, soplará un viento nuevo y, gracias a nuestras alas, volaremos.