lunes, 7 de abril de 2014

Verdad y Libertad


El siguiente texto está extraido del libro que aparece en la imagen... 

Para todo hombre hay siempre verdades invisibles, aún no reveladas a su intelecto; hay otras verdades ya experimentadas, olvidadas y asimildas por él; y hay determinadas verdades que se han alzado a la luz de su razocinio, y que le exigen ser reconocidas. Y es en el reconocimiento o rechazo de estas verdades donde se pone de manifiesto lo que llamamos libertad.

La verdad no sólo señala el camino por el que la vida de la humanidad debe avanzar sino que descubre el único camino por el que lo puede hacer. Por ello todos los hombres avanzan inevitablemente, quieran o no, por el camino de la verdad: unos cumpliendo la tarea que se había fijado en la vida, y otros sometiéndose sin querer a la ley de la vida. La libertad de los hombres reside en esta elección.

Un hombre que consagra su vida a asuntos terrenales realiza actos que siempre dependen de causas espaciales y temporales externas a él. Él mismo no hace nada, tan sólo se lo parece, pero en realidad todos los actos que él cree que realiza tienen su origen en una fuerza superior a él, y él no es artífice de su propia vida, sino su esclavo. En cambio, un hombre que consagra su vida a la aceptación y profesión de una verdad que le ha sido revelada, se une a la fuente de la vida universal, y no realiza actos personales ni individuales que dependan del tiemponi del espacio, sino actos que carecen de causas poruqe ellos mismos constituyen la causa de todo lo demás y tienen un significado infinito e ilimitado.

Las manifestaciones de la verdad serán distintas, mejores y más elevadas, no perecerán. Sólo perecerá lo que en ellas hubiera de falso; lo que contuvieran de verdadero brotará y se fortalecerá.

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