Compartía yo una tarde veraniego otoñera con Alex, del sitar. Acababa de estar tocando tan peculiar instrumento cuando, frente a mi, comenzaba a liarse un cigarrillo.
Alex: "¿Te molesta que fume?"
Yo: "No"
Alex: "¿Te has fijado en el cielo esta mañana?" -se enciende el pitillo-
Yo: "No, ¿Por?"
Alex: "Fijate ahora. Nos han estádo fumigando pero bien. Nos están jodiendo pero bien"
Y yo, cínico de mi, con mi mirada puesta en el cielo soy fumigado por el que cree que está siendo fumigado.
Yo: "No creo que sea casualidad que, justo ahora que estas fumando, veas allí a lo lejos, en el cielo, el origen de tu mal".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario