Un joven indio llamado Salocin, decidio un buen dia acudir al Xman de la tribu para que le ayudara a resolver un conflicto que tenía con un mal hablado espíritu. El espiritu que le acechaba era de los que burlan e intimidan a solitarias almas inocentes.
Salocin se había encontrado con ese espíritu en varias ocasiones y en todas ellas el espiritu burlon aprovechaba para intimidarle y amenzarle.
Salocin había intentado hablar con espiritus amigos para, a través de ellos, intentar apaciguar al espiritu violento, pero al parecer eso no había hecho más que alimentar el hambre del espíritu mal hablado.
Visto lo visto, Salocin decidió acudir a Nunca Meniego, el Xman de la trubu.
Nunca Meniego, haciendo honor a su nombre, decidió ayudalo y gracias a sus ancestrales conocimientos penetró en el mundo sutil e invisible. Tras una ardúa busqueda, consiguió localizar al espíritu burlón en un sitio donde los poderes del mal hablado espíritu quedarían anulados.
Salocin y el poderoso Xman acudieron al lugar para sorprender al ahora desarmado espiritu burlón. Salocin, protegido por el poderoso Xman, consiguio enfrentarse al espíritu mal habldo y convencerle de que no lo molestara más.
Todo espiritu, por muy mal hablado y poderoso que sea, tiene un lugar donde deja de ser "poderoso".
