"El alquimista es el hombre más paciente. Día tras otro, trabaja en la sustancia que ha obtenido con muchísimo cuidado: alimentándola, cocinándola, reduciéndola a un polvo seco y reviviéndola con rocío y extractos de plantas verdes, Está siempre en adoración, atento a la configuración de las estrellas y los planetas. A veces tiene que esperar todo un año a que arribe la estación propicia para una operación determinada, en otras ocasiones habrá de aprovechar la hora y el minuto preciso o estará perdido"
Texto extraido de:
"Armonías del cielo y de la Tierra"
Joscelyn Godwin