Un anciano ermitaño le habla a Vicente Ferrer. Este, después de oirle, cree que es la reencarnación del demonio...
Hermitaño: En contra de lo que dice la iglesia Jesús no dio el mando de sus apóstoles a Simón Pedro. ¡Eso es falso!...Jesucristo nombró Apóstol de los Apóstoles a una mujer... María de Magdala...Jesús no acudió a las bodas de Caná de Galilea en calidad de invitado... Allí se desposó Jesús de Galilea con María de Magdala... Desde entonces María no se separó de él...
Vicente: No me lo creía pero de ser cierto, que no lo era, no me extrañaba que se hubieran producido fricciones entre sus seguidores porque en la sociedad la mujer ocupaba un segundo plano. No eran proclives a ciertos cambios que afectaban las esencias de su cultura
Fuente: Yo, Vicente Ferrer "El ángel del apocalipsis", Jesus Caudevilla.